Nacido y criado en Atlanta, Tucker surgió de la gran hornada de cómicos negros que comenzaron a despuntar a principios de los 90 en los EEUU, mediante programas televisivos de humor primero, y luego a través del cine .
Chris Rock, Dave Chappelle, Bernie Mac o los hermanos Marlon y Shawn Wayans son algunos nombres de esta generación de humoristas.
Tras acabar su estudios en la Universidad de Columbia, Tucker se trasladó a Los Angeles en busca de fortuna como humorista. Sus primeros trabajos destacables fueron sus cómicas apariciones en los programas “Def Comedy Jam” (1992 -? ) y “Uptown Comedy Club” (1992-1994), además de su efímero papel en la comedia “House Party 3” (1994), última entrega de la trilogía protagonizada por el dúo rapero “Kid ´N Play”, muy populares en esos años, pero más que olvidados ( y con razón) actualmente.
Un año más tarde le llegaría su gran oportunidad para subir puestos, fue escogido para protagonizar junto al rapero y actor Ice Cube la comedia “A tope en viernes” (1995) dirigida por F. Gary Gray.
El film, dirigido a la población afroamericana, es una de las más divertidas de su subgénero que he podido degustar. Aunque claro está, esto no es un film de Woody Allen, por lo que el humor que nos ofrece es grueso, explicito y nada sutil, pero efectivo. Junto al tandem protagonista encontramos a otros humoristas destacados como John Witherspoon o el gran (a pesar de su tamaño) Tony Cox.
En el mismo año participó con un breve papel en la visión de Mario Van Peebles sobre la organización de los “Panteras Negras” en el film “Panther”, asimismo se puso bajo las ordenes de la batuta de los hermanos Hughes en “Dinero para quemar”, un filme altamente rescatable ya que es una de las mejores obras dirigidas por los gemelos de Detroit. Un gran año para Tucker que anunciaba futuros proyectos más ambiciosos, populares y sobre todo comerciales.
Si 1995 fue el año que dio conocer a Tucker, 1997 sería el año que lo confirmaría como un actor solvente para ejercer papeles secundarios en filmes donde el humor y la acción se convierten en una masa indisoluble. Interpretó a un timador de poca monta, que se aliará con un reportero de éxito (interpretado por uno de los “chicos malos” de Hollywood, Charlie Sheen) para salvaguardar los diamantes que ha robado a un mafioso con bastante mala leche en “El dinero es lo primero”.
Totalmente opuesto es su papel en el futuro ideado por Luc Besson en “El quinto elemento”.
En este filme protagonizado por Bruce Willis, Milla Jovovich y Gary Oldman, Tucker interpreta a un presentador de radio tan histriónico como seductor con las féminas, a pesar de lucir un amaneramiento más que evidente. Incluso Tarantino le concedió un breve papel en su homenaje al cine “blasxploitation” en “Jackie Brown” (1997).
Pero por si algo reconocemos el rostro del actor es sin duda por su personaje del detective James Carter en la trilogía de “Hora Punta”. Curiosamente esta serie de películas, que reunió al actor con el gran público, han sido las causantes de que Tucker haya abandonado su faceta de actor.
Brett Ratner ,director de las tres entregas, ya había trabajado con Tucker en “El dinero es lo primero” y seguramente fue quien sugirió a los productores el nombre del actor para que fuera el acompañante de Jackie Chan. Chris Tucker no solo era un actor que comenzaba a despuntar, sino que sus interpretaciones “adrenalínicas”, repletas de aspavientos y con una verborrea que parece no tener fin, eran el contrapunto perfecto para la discreción y sobriedad que reina en el personaje de Chan.
La primera entrega de la saga se estrenó en 1998 y obtuvo un gran éxito de taquilla, que no tanto de crítica, lo que animaron a los productores a realizar su secuela, que se frotaban las manos pensando en otro éxito comercial. Lo que no sospechaban era la inteligencia, y gran osadía ,que tuvo Tucker al exigirle 20 millones de dólares por participar en el filme. Una cifra que solo está destinada para los actores más populares de Hollywood como Johnny Deep, Brad Pitt o Ben Stiller.
En cuanto al film, “Hora Punta 2” (2001) ofrecía más de lo mismo, patadas y risas a parte iguales, intentando heredar el trono de una de las sagas de “buddy movies” más conocidas por todo el mundo (occidental), “Arma Letal”.
Como no hay dos sin tres, 7 años más tarde se estrenó la tercera y última (de momento) entrega de los detectives Carter y Lee, esta vez la acción discurre en París, aunque el contenido no cambió ni un ápice. La más floja de las tres entregas, sobre todo por la falta de innovación respecto a las anteriores.
Desde 1998 hasta hoy, el actor solo ha trabajado en la trilogía, un gran abismo silencioso que no se debe precisamente por falta de papeles, si no más por una cuestión de “disfrutar la vida” (aunque también hay quien afirma que su ausencia se debe a su fervor religioso) . Y es que todo el dinero que ha conseguido en su breve carrera como actor, y sobre todo en sus últimas actuaciones, dan más que suficiente para tener una existencia llena de comodidades sin tener que trabajar nunca más. Vamos el sueño que tenemos cada uno de nosotros al levantarnos temprano para tener que ir a trabajar o estudiar.
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25 jun 2011
Chris Tucker
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Desaparecido en combate
16 jun 2011
Cambio de estadio: futbolistas en el cine (II)
Fabio Cannavaro
El defensa napolitano es uno de los jugadores más populares dentro del ambiente futbolístico. Conocido por estos lares por sus tres temporadas como defensa de el Real Madrid,“Il Bello” fue galardonado con el Balón de Oro en 2006 por su papel desempeñado en el Mundial de Alemania , donde la selección azzurra se alzó con el título.
Cannavaro ha sido tan reclamado por los equipos de toda Europa como por las firmas de diseño, que veían en el jugador un modelo perfecto para publicitar sus productos. Por tanto, no es de extrañar que el italiano cogiera gusto a los flashes y pensara que, si de vez en cuando podía ejercer de modelo, por que no podría ser actor.
Su primera aparición en el cine fue en la comedia italiana “Volesse il cielo” (2002), dirigida, escrita y protagonizada por Vincenzo Salemme, uno de los nombres importantes de cine italiano actual.
En la película, Cannavaro desempeña un pequeño papel que se queda más en la anécdota que en una incursión seria en el mundo del séptimo arte.
También en la anécdota situamos su actuación en “Porque hay cosas que no se olvidan” (2008), un cortometraje que todo aficionado al fútbol debería de ver, ya que como si de una máquina del tiempo se tratara, nos transportará a nuestra infancia de barrio, cuando el balón de fútbol era el único elemento que se necesitaba para pasar horas y horas en la calle.
Cannavaro, que aparece brevemente hacia el final del corto, no es el único futbolista que actua,
otro defensa italiano nos preludia la acción que se va a llevar a cabo, hablamos del ex-valencianista Amadeo Carboni. El cortometraje fue nominado al Goya al mejor cortometraje de ficción en la gala del 2009, sin embargo el libre directo de su director, el argentino Lucas M. Figueroa, se estrelló contra la barrera, ya que fue Isabel de Ocampo con su cortometraje “Miente”(2008) la que consiguió introducir el balón entre los tres palos.
Sin embargo, fallar un gol no significa perder el partido,y es que M. Figueroa endosó una goleada, su corto se incluye dentro de uno de los libros más curiosos (y estúpidos) del mundo, el libro Guinnes de los records. Su pequeña obra ha sido el corto más galardonado de la historia. Una gran muestra de que con talento, el cine y el fútbol pueden ser dos grandes aliados.
Alfredo Di Stefano
Con el permiso de Raúl, Di Stefano es el mayor estandarte de Real Madrid (aunque le falto muy poco para haber sido jugador del Barcelona) y uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
El hispano-argentino, que curiosamente nunca jugó un mundial, fue el mayor responsable de que el Real Madrid ganará 5 Copas de Europa interrumpidamente, además de 8 trofeos de Liga.
Un autentico crack que, a pesar de su edad, sigue vinculado con el equipo merengue como presidente de honor.
El idilio de la “saeta rubia” con el cine se reducen a cuatro películas, todas ellas con el fútbol como piedra angular de la trama. En la producción argentina “Con los mismo colores” (1949) Di Stefano metió su primer gol en el mundo del celuloide cuando aún era un perfecto desconocido en nuestro país.
En su primera temporada en el Real Madrid fue “convocado” junto a otros futbolistas como Emilio Aldecoa o Campanal para formar parte de el “dream team” del director Rovira Beleta en “Once pares de botas” (1954).
Solo dos años más tarde Di Stefano protagonizaría su primera película, “ La Saeta rubia” (1956) título que hace referencia a su apodo futbolístico. En el filme el hispano-argentino (que se interpreta a él mismo) sufre un hurto a manos de unos jóvenes rateros. Estos, al percatarse de que la cartera es de el futbolista, en vez de robarle todo el dinero (que seguro que le sobra) deciden devolvérsela ya que es su ídolo y no se merece tal maldad (pero cualquier otra persona sí). Di Stefano, en plan paternal, no solo no denuncia a los chiquillos, sino que les coge cariño y les ayuda a fundar un equipo de fútbol.
Su último partido dentro del cine de ficción fue “La batalla del domingo” (1963) donde de nuevo el ex-futbolista se interpretaría a él mismo. Este último trabajo es el más destacado, no tanto por su argumento ingenuo y con un espíritu propagandístico hacia la figura de Di Stefano más que descarado, sino por que el futbolista está rodeado de uno de los mejores actores nacionales de todos los tiempos, Manuel Alexandre, y eso, queramos o no, le dota de mayor calidad al producto.
Otro punto a favor es su director Luis Marquina, curtido en innumerable filmes cuando se hizo cargo de este proyecto.
Sin embargo, al igual que pasaba con Kubala, todas las películas de Di Stefano eran muy del gusto del régimen de Franco, filmes excesivamente candoroso, que trataba temas tan amables como estériles y recubiertos de un halo propagandístico . El cine debía de reflejar la supuesta virtudes y comodidades que existía en la sociedad española gracias al dictador.
Comodidades que eran reales para algunos, pero un auténtico mito griego para muchos otros.
Juan Garchitorena
Probablemente el primer futbolista que vio en la actuación una buena alternativa para ganarse el pan, sin tener que estar dando patadas a un balón durante buena parte de su vida. Juan Garchitorena nació en Manila en 1898, aunque conservó su nacionalidad argentina heredara de sus padres.
Garchitorena fue delantero del Futbol Club Barcelona, pero irónicamente sus goles no ayudaron a que su equipo de alzara con el título de liga, sino todo lo contrario. El Espanyol acusó al Barcelona de alineación indebida, ya que Garchitorena era argentino (aunque poseía un pasaporte falso que enmascaraba su procedencia) algo que estaba prohibido en aquellos primeros pasos del fútbol profesional en nuestro país.
El Barcelona tuvo que renunciar al torneo y Garchitorena cambió los estadios por los platós de cine. Y la verdad es que no le fue nada mal.
En su nueva faceta de actor, acotó su apellido y se dió a conocer como Juan Torena.
Inició su andadura en la industria siguiendo el mismo camino que la mayoría de los actores hispanos
que buscaban fortuna en el Hollywood(land) de los años 30 , actuando en las versiones latinas que realizaban los mismos estudios de sus películas, como en “Sombras de Gloria” (1930) o
“El hombre malo” (1930).
El argentino, además de tener actitudes para el fútbol y la actuación, debía de tener buena voz,
ya que participó en numerosos musicales, “El carnaval del diablo” o “The Devil on Horseback", ambas de 1936 y dirigidas por el polifacético Crane Wilbur, son buenos ejemplos. En ese mismo año coincidió en “Meet Nero Wolfe” con Maria Maringola, antes de convertirse en una estrella de cine bajo el sobrenombre Rita Hayworth.
Actuó en más de 30 películas, y aunque la mayoría eran proyectos más bien de 2ª división, alguna vez alcanzó la “Champions” de la mano de grandes directores como George E. Marshall en
“A message to Garcia” (1936) o Fritz Lang en “Guerrilleros de Filipinas” (1950)
Eric Cantona
Es curioso como los jugadores más conflictivos son los que más están predispuestos a reconvertirse en actores: Vinnie Jones, Collymore y como no, nuestro protagonista Cantona.
El francés es uno de los grandes ídolos del Manchester United, pero para bien o para mal, es más recordado por la patada a lo “Karate Kid” que propinó a un espectador que por su juego. Anteriormente a este suceso, el francés ya había demostrado que era un hombre con carácter en varias ocasiones, a sus continuas “discusiones” con los entre-
nadores y presidentes en su etapa en la liga francesa hay que sumar el balonazo que propinó a un arbitro en la cara cuando defendía la camiseta del Nimes.
Vamos, que llevarle la contraría,dentro de el terreno de juego, no es una buena idea.
Sus debut como actor lo realizó cuando aún estaba en activo, pero su primer papel como “titular” fue un año después de retirarse, en “Elizabeth” (1998), biopic de la reina más famosa de la historia, protagonizada por Cate Blanchentt y Geoffrey Rush. De la dirección se encargó el indio Shekhar Kapur, que volvería de nuevo a filmar la vida de la monarca en “Elizabeth: La edad de oro” (2007)
con el mismo dúo Blanchentt y Rush en el cast.
Contento con su actuación, el jugador del cuello subido, ni corto ni perezoso, se lanzó hacia su primer protagonista, a pesar de la evidente inexperiencia que tenía, en la comedia “Mookie”.
El resultado fue un fuera de juego claro.
Mucho más fino estuvo en la magnífica “La fortuna de vivir” (1999) interpretando al inestable personaje de Jo Sardi. Otro mundo es su efímera aparición en “La grande vie!" (2001), un cameo sin la mayor importancia si no fuera porque Eric aparece junto a su padre Albert Cantona y su hermano Jöel Cantona, otro ex-futbolista que le encanta el cine.
Sus siguientes trabajos como protagonista serian “L´outremangeur” (2003), donde se introduce en la piel de un comisario con verdaderos problemas de gula, y la Tv movie “Papillon noir” (2008), sin olvidar su papel en el ambicioso remake del clásico del "cine noir" “Le deuxiéme souffle” (2007), un film del fallecido Alain Corneau que contaba con Monica Bellucci y Daniel Auteuil como pareja protagonista.
Al igual que en su carrera como futbolista, Cantona acapararía todas las miradas cuando se trasladó de Francia a Inglaterra, ya que el combativo (y maestro) Ken Loach,junto a su guionista de confianza Paul Laverty, propusieron a Cantona que fuera el gran reclamo para un filme donde precisamente él es una pieza imprescindible. Como habéis adivinado estamos hablando de “Buscando a Eric” (2009).
Este agridulce filme sirve de nuevo a Loach como superficie para poder plasmar su visión reivindicadora de la clase trabajadora inglesa además de mostrarnos las “fricciones” familiares que se producen por la falta de comunicación entre los distintos miembros.
Cantona, cuyas escenas son la parte más amable del filme, logra uno de sus mejores trabajos
(no obstante está haciendo de él mismo) pero este mérito se queda a años luz de la interpretación de Steve Evets, que consigue transmitir toda la fragilidad, melancolía, rabía y por que no ingenuidad de su personaje. Por ello, fue galardonado con el premio al mejor actor en los European Films Awards. Una película que nadie debería de perderse, y menos los futboleros.
Gracias a esta película, Cantona ha logrado que su carrera de actor se solidifique y se convierta en un titular indiscutible del cine galo. Para este año tiene pendiente el estreno de “Switch” un filme de suspense y “De force” un film de acción. Incluso su nombre suena para “Sleight of Hand”, proyecto que podría estar protagonizado por Mel Gibson, Kiefer Sutherland y Gerard Depardieu.
Cantona junto a Vinnie Jones, son los dos únicos futbolistas actuales que han logrado cambiar el balón por un guión sin ser expulsados a las primera de cambio (aunque el francés tiene mayor dotes para la interpretación que el inglés). Bueno, Cantona ya destacaba sobre los demás jugadores en sus participaciones en los spots televisivos de Nike, ¿o es que alguno de vosotros sido capaz de olvidar el famoso “au revoir” , mientras se alzaba el cuello de la camiseta, del spot del coliseo?
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El defensa napolitano es uno de los jugadores más populares dentro del ambiente futbolístico. Conocido por estos lares por sus tres temporadas como defensa de el Real Madrid,“Il Bello” fue galardonado con el Balón de Oro en 2006 por su papel desempeñado en el Mundial de Alemania , donde la selección azzurra se alzó con el título.
Cannavaro ha sido tan reclamado por los equipos de toda Europa como por las firmas de diseño, que veían en el jugador un modelo perfecto para publicitar sus productos. Por tanto, no es de extrañar que el italiano cogiera gusto a los flashes y pensara que, si de vez en cuando podía ejercer de modelo, por que no podría ser actor.
Su primera aparición en el cine fue en la comedia italiana “Volesse il cielo” (2002), dirigida, escrita y protagonizada por Vincenzo Salemme, uno de los nombres importantes de cine italiano actual.
En la película, Cannavaro desempeña un pequeño papel que se queda más en la anécdota que en una incursión seria en el mundo del séptimo arte.
También en la anécdota situamos su actuación en “Porque hay cosas que no se olvidan” (2008), un cortometraje que todo aficionado al fútbol debería de ver, ya que como si de una máquina del tiempo se tratara, nos transportará a nuestra infancia de barrio, cuando el balón de fútbol era el único elemento que se necesitaba para pasar horas y horas en la calle.
Cannavaro, que aparece brevemente hacia el final del corto, no es el único futbolista que actua,
otro defensa italiano nos preludia la acción que se va a llevar a cabo, hablamos del ex-valencianista Amadeo Carboni. El cortometraje fue nominado al Goya al mejor cortometraje de ficción en la gala del 2009, sin embargo el libre directo de su director, el argentino Lucas M. Figueroa, se estrelló contra la barrera, ya que fue Isabel de Ocampo con su cortometraje “Miente”(2008) la que consiguió introducir el balón entre los tres palos.
Sin embargo, fallar un gol no significa perder el partido,y es que M. Figueroa endosó una goleada, su corto se incluye dentro de uno de los libros más curiosos (y estúpidos) del mundo, el libro Guinnes de los records. Su pequeña obra ha sido el corto más galardonado de la historia. Una gran muestra de que con talento, el cine y el fútbol pueden ser dos grandes aliados.
Alfredo Di Stefano
Con el permiso de Raúl, Di Stefano es el mayor estandarte de Real Madrid (aunque le falto muy poco para haber sido jugador del Barcelona) y uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
El hispano-argentino, que curiosamente nunca jugó un mundial, fue el mayor responsable de que el Real Madrid ganará 5 Copas de Europa interrumpidamente, además de 8 trofeos de Liga.
Un autentico crack que, a pesar de su edad, sigue vinculado con el equipo merengue como presidente de honor.
El idilio de la “saeta rubia” con el cine se reducen a cuatro películas, todas ellas con el fútbol como piedra angular de la trama. En la producción argentina “Con los mismo colores” (1949) Di Stefano metió su primer gol en el mundo del celuloide cuando aún era un perfecto desconocido en nuestro país.
En su primera temporada en el Real Madrid fue “convocado” junto a otros futbolistas como Emilio Aldecoa o Campanal para formar parte de el “dream team” del director Rovira Beleta en “Once pares de botas” (1954).
Solo dos años más tarde Di Stefano protagonizaría su primera película, “ La Saeta rubia” (1956) título que hace referencia a su apodo futbolístico. En el filme el hispano-argentino (que se interpreta a él mismo) sufre un hurto a manos de unos jóvenes rateros. Estos, al percatarse de que la cartera es de el futbolista, en vez de robarle todo el dinero (que seguro que le sobra) deciden devolvérsela ya que es su ídolo y no se merece tal maldad (pero cualquier otra persona sí). Di Stefano, en plan paternal, no solo no denuncia a los chiquillos, sino que les coge cariño y les ayuda a fundar un equipo de fútbol.
Su último partido dentro del cine de ficción fue “La batalla del domingo” (1963) donde de nuevo el ex-futbolista se interpretaría a él mismo. Este último trabajo es el más destacado, no tanto por su argumento ingenuo y con un espíritu propagandístico hacia la figura de Di Stefano más que descarado, sino por que el futbolista está rodeado de uno de los mejores actores nacionales de todos los tiempos, Manuel Alexandre, y eso, queramos o no, le dota de mayor calidad al producto.
Otro punto a favor es su director Luis Marquina, curtido en innumerable filmes cuando se hizo cargo de este proyecto.
Sin embargo, al igual que pasaba con Kubala, todas las películas de Di Stefano eran muy del gusto del régimen de Franco, filmes excesivamente candoroso, que trataba temas tan amables como estériles y recubiertos de un halo propagandístico . El cine debía de reflejar la supuesta virtudes y comodidades que existía en la sociedad española gracias al dictador.
Comodidades que eran reales para algunos, pero un auténtico mito griego para muchos otros.
Juan Garchitorena
Probablemente el primer futbolista que vio en la actuación una buena alternativa para ganarse el pan, sin tener que estar dando patadas a un balón durante buena parte de su vida. Juan Garchitorena nació en Manila en 1898, aunque conservó su nacionalidad argentina heredara de sus padres.
Garchitorena fue delantero del Futbol Club Barcelona, pero irónicamente sus goles no ayudaron a que su equipo de alzara con el título de liga, sino todo lo contrario. El Espanyol acusó al Barcelona de alineación indebida, ya que Garchitorena era argentino (aunque poseía un pasaporte falso que enmascaraba su procedencia) algo que estaba prohibido en aquellos primeros pasos del fútbol profesional en nuestro país.
El Barcelona tuvo que renunciar al torneo y Garchitorena cambió los estadios por los platós de cine. Y la verdad es que no le fue nada mal.
En su nueva faceta de actor, acotó su apellido y se dió a conocer como Juan Torena.
Inició su andadura en la industria siguiendo el mismo camino que la mayoría de los actores hispanos
que buscaban fortuna en el Hollywood(land) de los años 30 , actuando en las versiones latinas que realizaban los mismos estudios de sus películas, como en “Sombras de Gloria” (1930) o
“El hombre malo” (1930).
El argentino, además de tener actitudes para el fútbol y la actuación, debía de tener buena voz,
ya que participó en numerosos musicales, “El carnaval del diablo” o “The Devil on Horseback", ambas de 1936 y dirigidas por el polifacético Crane Wilbur, son buenos ejemplos. En ese mismo año coincidió en “Meet Nero Wolfe” con Maria Maringola, antes de convertirse en una estrella de cine bajo el sobrenombre Rita Hayworth.
Actuó en más de 30 películas, y aunque la mayoría eran proyectos más bien de 2ª división, alguna vez alcanzó la “Champions” de la mano de grandes directores como George E. Marshall en
“A message to Garcia” (1936) o Fritz Lang en “Guerrilleros de Filipinas” (1950)
Eric Cantona
Es curioso como los jugadores más conflictivos son los que más están predispuestos a reconvertirse en actores: Vinnie Jones, Collymore y como no, nuestro protagonista Cantona.
El francés es uno de los grandes ídolos del Manchester United, pero para bien o para mal, es más recordado por la patada a lo “Karate Kid” que propinó a un espectador que por su juego. Anteriormente a este suceso, el francés ya había demostrado que era un hombre con carácter en varias ocasiones, a sus continuas “discusiones” con los entre-
nadores y presidentes en su etapa en la liga francesa hay que sumar el balonazo que propinó a un arbitro en la cara cuando defendía la camiseta del Nimes.
Vamos, que llevarle la contraría,dentro de el terreno de juego, no es una buena idea.
Sus debut como actor lo realizó cuando aún estaba en activo, pero su primer papel como “titular” fue un año después de retirarse, en “Elizabeth” (1998), biopic de la reina más famosa de la historia, protagonizada por Cate Blanchentt y Geoffrey Rush. De la dirección se encargó el indio Shekhar Kapur, que volvería de nuevo a filmar la vida de la monarca en “Elizabeth: La edad de oro” (2007)
con el mismo dúo Blanchentt y Rush en el cast.
Contento con su actuación, el jugador del cuello subido, ni corto ni perezoso, se lanzó hacia su primer protagonista, a pesar de la evidente inexperiencia que tenía, en la comedia “Mookie”.
El resultado fue un fuera de juego claro.
Mucho más fino estuvo en la magnífica “La fortuna de vivir” (1999) interpretando al inestable personaje de Jo Sardi. Otro mundo es su efímera aparición en “La grande vie!" (2001), un cameo sin la mayor importancia si no fuera porque Eric aparece junto a su padre Albert Cantona y su hermano Jöel Cantona, otro ex-futbolista que le encanta el cine.
Sus siguientes trabajos como protagonista serian “L´outremangeur” (2003), donde se introduce en la piel de un comisario con verdaderos problemas de gula, y la Tv movie “Papillon noir” (2008), sin olvidar su papel en el ambicioso remake del clásico del "cine noir" “Le deuxiéme souffle” (2007), un film del fallecido Alain Corneau que contaba con Monica Bellucci y Daniel Auteuil como pareja protagonista.
Al igual que en su carrera como futbolista, Cantona acapararía todas las miradas cuando se trasladó de Francia a Inglaterra, ya que el combativo (y maestro) Ken Loach,junto a su guionista de confianza Paul Laverty, propusieron a Cantona que fuera el gran reclamo para un filme donde precisamente él es una pieza imprescindible. Como habéis adivinado estamos hablando de “Buscando a Eric” (2009).
Este agridulce filme sirve de nuevo a Loach como superficie para poder plasmar su visión reivindicadora de la clase trabajadora inglesa además de mostrarnos las “fricciones” familiares que se producen por la falta de comunicación entre los distintos miembros.
Cantona, cuyas escenas son la parte más amable del filme, logra uno de sus mejores trabajos
(no obstante está haciendo de él mismo) pero este mérito se queda a años luz de la interpretación de Steve Evets, que consigue transmitir toda la fragilidad, melancolía, rabía y por que no ingenuidad de su personaje. Por ello, fue galardonado con el premio al mejor actor en los European Films Awards. Una película que nadie debería de perderse, y menos los futboleros.
Gracias a esta película, Cantona ha logrado que su carrera de actor se solidifique y se convierta en un titular indiscutible del cine galo. Para este año tiene pendiente el estreno de “Switch” un filme de suspense y “De force” un film de acción. Incluso su nombre suena para “Sleight of Hand”, proyecto que podría estar protagonizado por Mel Gibson, Kiefer Sutherland y Gerard Depardieu.
Cantona junto a Vinnie Jones, son los dos únicos futbolistas actuales que han logrado cambiar el balón por un guión sin ser expulsados a las primera de cambio (aunque el francés tiene mayor dotes para la interpretación que el inglés). Bueno, Cantona ya destacaba sobre los demás jugadores en sus participaciones en los spots televisivos de Nike, ¿o es que alguno de vosotros sido capaz de olvidar el famoso “au revoir” , mientras se alzaba el cuello de la camiseta, del spot del coliseo?
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